La familiaridad del Rector Mayor al servicio de los niños y niñas más pobres de África

La última etapa del viaje africano del Rector Mayor lo ha llevado hasta el país más joven del continente Sudán del Sur, que vive inmerso en una contienda civil que ha empobrecido aún más a su población. La llegada del X Sucesor de Don Bosco ha sido una fiesta en todos los ambientes salesianos, y su cercanía y familiaridad le han permitido conquistar los corazones de grandes y pequeños a su paso y en las obras que ha visitado.

Desde su llegada al aeropuerto de Juba, la visita de don Ángel Fernández Artime ha sido un agradecimiento continuo por parte de sus habitantes. Una caravana de coches, abierta por los vehículos de la Policía, lo llevó hasta la obra salesiana, y sorprendió a todos ver al X Sucesor de Don Bosco unirse a las danzas tradicionales de los bailarines y de los niños. Todos alabaron su familiaridad, calidez y atención paterna transmitida.

La ceremonia de bienvenida fue seguida de un breve saludo, una oración y la bendición a la multitud. En su primer mensaje habló de la “alegría” que sentía al estar entre las caras felices de un pueblo que ha sufrido largos años de guerra y conflicto.

Dijo que estaba “sorprendido por la pobreza del barrio, por la sencillez de la gente y por las caras alegres de las personas” que se habían reunido para recibirlo y les devolvía la gratitud. Luego expresó su orgullo de ver que “la Familia Salesiana ha estado muy cerca de la población vulnerable” y exclamó más de una vez que Don Bosco está verdaderamente presente y en casa entre los pobres.

Una niña le preguntó a un salesiano “si era Don Bosco, del que habían estado hablando en esos días, el que venía a visitarlos”.

Otras dos niñas dijeron después al conductor del coche del Rector Mayor que parara para dejarlas entrar en el coche de Don Bosco, y así lo hicieron.

El primer día de gran celebración y entusiasmo terminó con un momento de oración, las buenas noches salesianas, en las que don Ángel Fernández Artime recordó que “los pobres nos salvarán. El Señor se dirige a nosotros a través de los pobres; estoy feliz de que la Familia Salesiana esté aquí”.