Durante una semana jóvenes y educadores de distintas casas y oratorios salesianos unieron lazos de amistad y compartieron momentos de alegría, rescatando el compañerismo y el trabajo en grupo.
Este encuentro es un espacio de formación e intercambio de experiencias con los educadores y adolescentes de las obras salesianas que atienden a niños, niñas y adolescentes en alto riesgo social.
Los jóvenes de la animación pastoral del oratorio habían preparado, días antes, diversas tareas y responsabilidades, con la finalidad de celebrar a lo grande la Fiesta de Don Bosco.
Por las calles del Rímac se sentía la presencia del santo de los jóvenes. Las familias salían a la puerta de sus casas y también se unían a las celebraciones.