Mamá Margarita: Primera y principal Salesiana Cooperadora de Don Bosco

Mamá Margarita, como la llamaban los chicos en el oratorio de Turín, fue una mujer ejemplar, que logró con su gran amor adoptar su presencia maternal a la gran obra que su hijo emprendía con su Sistema Preventivo.  Con su sencillo y humilde testimonio de vida regaló a toda la familia salesiana un modelo a seguir, un camino que conduce a la santidad.

Por ello, cada 25 de noviembre se le rinde homenaje a la madre de Don Bosco, quien fue la primera gran colaboradora de su hijo. Ese mismo día y gracias a ella, también celebran su día los Salesianos Cooperadores.

 Salesianos cooperadores

Hoy, después de 138 años de que el Papa Pío IX reconociera y aprobara la "unión de cooperadores salesianos", nos alegramos con Don Bosco del vasto movimiento de personas que han abrazado la vocación salesiana, ofreciendo sus bienes, su tiempo, su vida al servicio de la educación y promoción de los jóvenes. El testimonio de la vida y de las opciones de Don Bosco no sólo ha cautivado el corazón de su madre, sino también a muchos jóvenes que han optado caminar tras sus huellas.

Desde un primer momento, Don Bosco los concibió como "salesianos externos" de la Congregación de San Francisco de Sales, es decir, sin asumir los votos religiosos como lo sería para los salesianos sacerdotes, salesianos coadjutores e hijas de maría auxiliadora. Vivirían a plenitud su carisma salesiano permaneciendo en la sociedad civil y llegando a aquellos sitios en donde los religiosos por su naturaleza no podrían llegar en beneficio de los jóvenes.

El alto aprecio que Don Bosco tenía por los salesianos cooperadores queda demostrado en su inclusión dentro de las mismas constituciones salesianas, en un capítulo sobre "los externos".

El mismo Don Bosco antes de partir al encuentro definitivo con el padre quiso regalarnos en su carta testamento estas hermosas palabras:

"Mis queridos cooperadores salesianos y cooperadoras... a muchos de ustedes no me ha sido dado conocer personalmente en esta vida, pero no importa; en la otra nos conoceremos todos, y juntos nos alegraremos eternamente del bien, que con la gracia de dios hemos realizado en esta tierra, especialmente a favor de la juventud necesitada... yo rezaré siempre por ustedes y por sus familias. Amén". (mb. 18, 621)

De esta forma su campo de acción es doble, por un lado son colaboradores de los salesianos en sus obras y por otro lado realizar obras salesianas allá dónde los salesianos y salesianas no pueden llegar. Siempre por el bien de los jóvenes más necesitados.